CUÁNDO SE DEBE USAR CADA TÉCNICA NATURAL
Cuando pensamos en las técnicas naturales, se nos vienen a
la cabeza nombres como fitoterapia, homeopatía, oligoterapia, acupuntura, etc.
En muchos casos, a pesar de conocer acerca del funcionamiento de cada una de
ellas, no nos queda muy claro si se pueden o se deben utilizar en las mismas
circunstancias, si da lo mismo tratar una irregularidad con homeopatía o con
acupuntura, si eso lo podemos escoger según nos parezca, dejarlo a la
consideración del profesional... o echarlo a suertes.
En este caso, voy a dar por sentado que tenemos más o menos
idea de cada una de las técnicas de las que voy a hablar. Evidentemente no
pretendo en absoluto un conocimiento en profuncidad ni de sus funciones ni de
sus particularidades, pero supondré que tenemos claro que cuando tomamos unos
granulitos estamos tomando homeopatía, cuandotomamos infusiones o extractos es
fitoterapia, que las agujas son acupuntura y cosas así.
FITOTERAPIA
Se podría decir que la fitoterapia es el método más rápido
para controlar dolencias y diversos problemas. Al contar con principio activo y
con dosis reguladas (que se pueden variar según considre el profesional), los
efectos de este método suelen dar resultados con relativa rapidez.
Si tuviéramos un dolor provocado por una torcedura en un
tobillo, quizá lo más rápido fuera utilizar plantas como Arnica, Harpagofito o
Sauce. De la misma manera, un estreñimiento puede aliviarse visiblemente con
unas semillas de Lino o unos gases con cápsulas de Carbón Vegetal.
La particularidad de la fitoterapia (ojo, no de las plantas
como tal, pues eso dependería de la preparación), es su rápida actuación en el
campo físico, en el cuerpo, en lo visceral y orgánico.
Por ello, en cualquier problema o dolencia de orden meramente
físico, tendrá un buen efecto una planta acorde con lo que estemos tratando.
Puede que alguien se esté preguntando qué papel tienen
plantas que actúan sobre la parte psicológica, como por ejemplo el conocido
Hipérico. Su actuación es a nivel, digamos, psicológico... ¿o no?
Pues no exactamente. La acción del hipérico en base a su
princpio activo, la hipericina, vine dada por su acción sobre la enzima monoaminooxidasa
o MAO. Esta enzima degrada neurotransmisores como la serotonina o la noradrenalina,
las cuales se ven en reducidas cantidades en estados de depresión. Al tener
efecto de inhibidor de las monoaminooxidasas (I-MAO), esta planta evita que
esos neurotransmisores “desaparezcan” rápidamente de nuestro organismo,
consigue que estén más tiempo funcionando y por ello ayuda en momentos de
depresión.
Como vemos, su acción es totalmente física (en este caso a
nivel bioquímico), si bien se puede usar para tratar un problema psicológico.
OLIGOTERAPIA
De manera similar a la fitoterapia, la oligoterapia utiliza
minerales en cantidades mínimas que poseemos en el cuerpo. Su función se centra
en las reacciones enzimáticas, bioquímicas que en muchos procesos se
desrregulan. Podríamos decir que es un buen complemento para ciertos problemas
en los que la fitoterapia tiene que realizar el trabajo principal.
ACUPUNTURA
En este apartado me centraré en la acupuntura como tal y no
incluiré otras técnicas de la Medicina Tradicional China como la fitoterapia
china por ser la más conocida y usada.
En este caso, su acción se centra no tanto sobre la parte
física del cuerpo como en la energética.
Obviamente la palabra “energética” es muy equívoca, pues hay
muchos tipos de energías y no en todas influye la acupuntura.
Quizá para concretar su acción deberíamos explicar diversos
conceptos acerca de los “moldes energéticos” que tenemos, que nos hacen
funcionar y vivir, pero posiblemente llevara a vericuetos en los que podría
parecer que estamos hablando de esoterismo.
Por ello se podría decir que su influencia se centra más en
la parte electromagnética del cuerpo, en lo que algunas doctrinas llaman molde
vital y otras conocen como cuerpo etérico.
En este caso, la pregunta que surge es justo la contraria
que teníamos antes. ¿Cómo pueden unas agujas que influyen en lo eléctrico
ayudar a un prceso físico como podría ser un estreñimiento?
La respuesta es también sencilla si consideramos que nuestro
cuerpo se guía por electromagnetismo y que, como dirían los que hablan de molde
vital o etérico, en esos “niveles” se encuentran los mapas o más bien las
instrucciones que hacen que nuestro hígado sea hígado y nuestra oreja, oreja.
Si la irregularidad se encuentra en ese nivel, la acupuntura sería la técnica
ideal, pero si la irregularidad se da en la parte física, lo que hacemos con la
acupuntura es “volver a dar las instruciones” para que la parte física se
regule.
HOMEOPATIA
En este caso nos encontramos con una técnica que si bien
tiene acción sobre los dos niveles anteriores, cuando mejor se puede comprobar
su potencial es a nivel caractereológico, a nivel de funcionamiento profundo,
de cómo enfocamos el mundo, de cómo enfrentamos la vida, de cómo vivimos.
Podríamos decir que con la homeopatía podemos llegar a lo que se llama nivel astral.
Es cierto que dado que también se puede tocar las dos
anteriores, en muchos casos se usa para ello, y en algunos también se queda
ahí.
Podemos usar la homeopatía para tratar un dolor de muelas,
una acidez gástrica o la inflamación producida por una torcedura de tobillo,
pero si nos quedamos ahí, estaremos accediendo a una mínima parte de su
potencial.
Lo que sucede es que llegar a niveles más altos es también
mucho más difícil, tanto para el profesional como para el consultante.
Imaginemos que alguien desea tratar un problema de estreñimiento.
Podemos aportar semillas de Lino y recomendar Alumina en homeopatía. Estaremos
haciendo un trabajo correcto desde el punto de vista físico.
Si le añadimos ciertos puntos de acupuntura estaremos
“recordando” al intestino su función, de manera que intentaremos que cuando
dejemos las semillas (que han sido las que han empezado a regular el problema)
volvamos atrás.
Pero supongamos que el problema de estreñimiento viene dado
porque la persona ha cambiado su lugar de residencia y desde un punto de vista
que ya no es físico (cambio de agua o de alimentación) ni energético (regulable
con acupuntura), no es capaz por su modo de enfocar la vida, de encontrar su
lugar en el nuevo sitio.
Ello le lleva además de problemas intestinales a un carácter
más fuerte, a fumar o a beber más de la cuenta debido a la ansiedad, e incluso
a un sentimiento de ira a un alrededor que no termina de entender (o bien a su
propia incapacidad para hacerse con su alrededor).
Ahí es donde entraría la homeopatía de modo completo. No se
trataría de tranquilizar a la persona, no se trataría de regular sus funciones
energéticas, ni siquiera de que ésta actuara a nivel psicológico para que viera
las cosas de otra manera. La intención (y la capacidad) de la homeopatía sería
que sintiera las cosas de otra manera, que enfocara desde lo profundo la vida
de otra forma. Sólo así evitaría muchos problemas derivados de ello.
Y lo difícil no es sólo el trabajo del profesional de elegir
entre los miles de remedios y las múltiples potencias o entre las posibles
combinaciones según vaya avanzando el proceso. Lo difícil también es el trabajo
de la persona, de ver el fondo del problema, de querer “coger al toro por los
cuernos”, de observarse y de cambiar.
FLORES DE BACH
Si bien pudiera parecer que parten de la fitoterapia, su
acción es muy distinta. De la misma manera que una cepa homeopatica de origen
vegetal no tiene necesariamente la misma acción que en planta, la preparación
de las Flores de Bach las hace muy importantes en momentos en los que buscamos
una reacción psicológica. En ese sentido podríamos decir que tienen una acción
similar a la homeopatía en altas diluciones.
Es por ello que dado lo que hablamos en este artículo,
podríamos ceñirnos con bastante cercanía a lo que hemos dicho en el apartado de
homeopatía y lo podríamos dejar en líneas generales como válido para las Flores
de Bach.
CONCLUSIÓN
Y después de todo ésto ¿cuál es la mejor? ¿hay alguna que
valga para todo? ¿cómo elegir?
No hay ninguna mejor o peor, evidentemente. Dependiendo del
problema se debería elegir una u otra o incluso (lo que suele dar los mejores
resultados) la combinación de varias.
No sería totalmente cierto decir que la fitoterapia no
llegue a tratar problemas psicológicos como una depresión. La ayuda de un
Hipérico puede ser fundamental para que la persona se centre lo suficiente como
para ser capaz de resolver la situación y no necesitar más. He visto muchos
casos así.
Ni sólo vale cada una para una cosa ni no es útil una de
ellas en un campo en el que no lleve la parte principal. De hecho, en muchos
casos se combinan por fases unas técnicas con otras dependiendo de la evolución
del cuadro.
No es más potente una que otra, y en realidad aunque cada
una tenga una acción superior en cun campo determinado, no está necesariamente
circunscrita a él. Y eso es por la sencilla razón de la complejidad del ser
humano, de sus diversos niveles de funcionamiento y de que éstos, lejos de
estar diferenciados y acotados, se mezclan constantemente para hacer de
nosotros lo que somos.
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